Embarazo en adolescentes, una máquina de reproducción de la pobreza
- El embarazo en las adolescentes nos impacta a todos, impacta a nuestra sociedad, a nuestra economía, y sobre todo, le hace mal a las futuras generaciones, que como va el mundo, estoy segura que enfrentarán muchos retos y deben prepararse para ellos.
- Es una experiencia difícil, que desnuda la desigualdad social en la que viven muchas jóvenes de nuestro país, que se ven obligadas a interrumpir la escuela, sus planes, sus metas, su vida.
- Con “Bebé Piénsalo Bien”, hemos impactado más de 30 mil estudiantes de escuelas y colegios, que experimentan con un simulador, lo que es cuidar de un bebé.
Mis queridas amigas y amigos,
Todos los aquí presentes albergamos una misma preocupación: el gran desafío que constituye la enorme cantidad de embarazos adolescentes que suceden en nuestro país.
Es una máquina de reproducción de pobreza, que se ha convertido, sin duda alguna, en uno de los problemas sociales que más repercute en el desarrollo de nuestro país.
Es una experiencia difícil, que desnuda la desigualdad social en la que viven muchas jóvenes de nuestro país, que se ven obligadas a interrumpir la escuela, sus planes, sus metas, su vida.
Son miles de jóvenes que hoy claman por nuestra ayuda, ante la carga emocional, económica y social, que trae consigo un embarazo adolescente.
Y son muchas más las que esperan por nuestro acompañamiento, nuestra guía, nuestro apoyo, para que puedan evitar ser víctimas de este flagelo social.
El embarazo en las adolescentes nos impacta a todos, impacta a nuestra sociedad, a nuestra economía, y sobre todo, le hace mal a las futuras generaciones, que como va el mundo, estoy segura que enfrentarán muchos retos y deben prepararse para ellos.
Apreciados colegas:
Tenemos que actuar ante la realidad que presenta el Fondo de Población de las Naciones Unidas, de que cada día son 20 mil niñas menores de 18 años las que enfrentan el embarazo adolescente en todo el mundo.
Conocemos muy bien cuáles son las causas de esta realidad: la pobreza, la falta de educación sexual y de una eficiente atención primaria en salud, la violencia sexual, la necesidad de adoptar un mayor enfoque hacia la salud sexual y reproductiva, la falta de formación psico-emocional en los hogares y en las escuelas.
Y más que nada, la promoción entre nuestros jóvenes del control y respeto de su cuerpo y crearles la conciencia de que el primer encuentro sexual debe postergarse, porque lo más importante es estudiar.
Conocemos muy bien cuáles son las causas de esta realidad: la pobreza, la falta de educación, la atención primaria en salud, la violencia sexual, adoptar un mayor enfoque hacia la salud sexual y reproductiva. Pero más que nada, la promoción entre nuestros jóvenes de que el primer encuentro sexual debe postergarse, que lo más importante es estudiar.
Desde la Vicepresidencia de la República, y antes como Primera Dama, hemos tenido experiencias muy gratificantes en el combate al embarazo adolescente.
Con “Bebé Piénsalo Bien”, hemos impactado más de 30 mil estudiantes de escuelas y colegios, que experimentan con un simulador, lo que es cuidar de un bebé. Siempre cuento que la primera que yo puse a experimentar el simulador fue a mi propia hija, Gabriela, y la experiencia le sirvió tanto, que ha decidido esperar.
También tenemos grandes avances con el programa Yo Decido Esperar, que busca concienciar a los jóvenes y adolescentes, acerca de las consecuencias psicosociales, biológicas y económicas de un embarazo a destiempo. Ya son más de 5 mil jóvenes que estamos capacitando cada año.
Dentro de este proyecto, debo resaltar el trabajo que estamos haciendo con la doctora Elupina Tirado, mediante una innovadora intervención que está concentrado en crear competencias sociales, integrando el estudio de las emociones al sistema educativo.
Es un trabajo muy valioso, que aporta a la prevención social para una positiva integración de los jóvenes al hogar, a la familia, a su escuela y a la sociedad.
Para combatir el embarazo adolescente, es esencial crear las capacidades y destrezas necesarias para entender, aceptar y vivir consigo mismo y los demás, para que los jóvenes y adolescentes sean exitosos y felices.
Amigos y amigas:
La República Dominicana se encuentra entre los primeros cinco países de América Latina con la tasa más elevada de embarazos en adolescentes, con un total de 90 embarazadas por cada 1,000 adolescentes.
Es una cifra alarmante.
Más que un problema de Salud Pública, es un problema para el Gobierno, para la Sociedad Civil, para las empresas privadas, es decir, es un problema que debemos abordar todos.
El Plan Estratégico que se desarrolló para el período 2011 al 2016 fue un gran avance, que nos unió en una misma mesa de trabajo, pero que no fue totalmente exitoso en lograr que Gobierno y Sociedad civil pudieran trabajar juntos, con el apoyo de los organismos internacionales.
Por eso hemos organizado este Foro desde la Dirección Técnica del Gabinete de Políticas Sociales, para impulsar, con el apoyo de Ustedes, un nuevo Plan de trabajo.
Es una labor a realizar de cara a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y a la Estrategia Nacional de Desarrollo que guían hacia dónde hemos de dirigirnos en materia de desarrollo humano.
Especialmente, en el marco del ODS 3, que promueve la salud y el bienestar para todos y todas, y la meta 3.7, que aspira a “garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva”.
Por igual, en el marco del ODS 5, que aspira a lograr la equidad de género en todo el mundo, que es también de alta prioridad en la agenda de desarrollo del país.
Por esta preocupación que tenemos como Gobierno, como ciudadanos responsables y por qué no, como madre de hijos e hijas adolescentes; hoy estamos aquí celebrando este encuentro junto a los principales actores que inciden en este tema.
Amigos y amigas,
En este esfuerzo, es esencial que la familia juegue un rol fundamental basado en la transmisión de valores y principios que refuercen el buen accionar de sus hijas e hijos.
Tener un bebé a destiempo es una situación que afecta directamente las oportunidades económicas y educativas de nuestros adolescentes, y por ende las oportunidades que tenemos como país para progresar.
NO ES JUSTO PARA ELLAS, Y NO ES JUSTO PARA NUESTRA SOCIEDAD.
A pesar de la complejidad que tiene este fenómeno en normas y en comportamientos sociales, la solución es posible y la vamos a discutir aquí.
No dejemos que nuestras niñas y adolescentes empiecen a cuidar niños antes de crecer ellas mismas, antes de conocerse y auto reconocerse.
No les quitemos las alas para lograr sus metas y asumamos todos como misión de vida, alentarlas en su educación y progreso, que es lo que les toca vivir.
Es compromiso de todos velar por el desarrollo integral de nuestras niñas y jóvenes.
Asumamos el reto de incrementar aún más los esfuerzos requeridos de cara a la reducción y prevención del embarazo en la adolescencia en la República Dominicana.
Porque el momento de crear mayores y mejores oportunidades para TODOS y TODAS es AHORA.
Que Dios les bendiga.