La ruta hacia un país con Cero Hambre
- Nuestro país es una víctima del cambio climático. El descuido del medio ambiente ha generado que muchas familias pierdan sus medios de subsistencia, especialmente en las zonas rurales.
- Han visto el gran esfuerzo de este Gobierno, para promover la agricultura sostenible, cuidar de las cuencas y de las fuentes de agua, implementar planes para adaptarnos al cambio climático y reducir las consecuencias de las acción humana en el medio ambiente.
- El ODS 2 lo haremos una realidad apoyándonos unos a otros, diseñando políticas inclusivas y eficientes, invirtiendo bien los recursos.
Un dominicano o dominicana que no tenga comida en su mesa, es un ciudadano al que estamos condenando a la miseria.
Amigos y amigas:
El pasado 23 de febrero dimos inicio en el Palacio Nacional a esta importante iniciativa, que busca unir todos nuestros esfuerzos para alcanzar un gran objetivo en común: eliminar el hambre, lograr la seguridad alimentaria, una mejor nutrición y promover la agricultura sostenible.
En torno a una visión compartida y al trabajo en equipo, hemos emprendido el camino correcto hacia la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible número dos, sin dejar a nadie atrás, como bien plantea la acción colectiva por la Agenda 2030.
En ese sentido, permítanme felicitarles por el papel tan activo que han asumido en los grupos de trabajo que se han formado.
Desde febrero hasta la fecha, han sido varios los encuentros y las actividades realizadas, especialmente por parte del grupo de investigación, el grupo técnico-consultivo y el Comité Ejecutivo.
El compromiso que han asumido se refleja en ese accionar, en la proactividad con la cual estamos asumiendo la hoja de ruta hacia el ODS 2.
Pero también, quiero dar la bienvenida a los que se han unido recientemente a la iniciativa, en especial a las organizaciones no gubernamentales y entes privados, que en estas consultas participativas tienen la oportunidad de enriquecer el trabajo que hemos realizado y sumarse a este gran esfuerzo.
En la pasada consulta participativa contamos con más de 130 personas de 60 instituciones de Gobierno, sector privado, academia, comunidad internacional y sociedad civil.
Creo que en la mañana de hoy hemos superado ese número, lo que, sin duda alguna, es un reflejo de la confianza que Ustedes han depositado en todas las instituciones que lideramos este esfuerzo.
Estoy segura que la mañana ya ha sido productiva. Y que lo que resta de la jornada, lo será aún más.
Al finalizar el día de hoy, tendremos un documento diagnóstico fortalecido y una matriz de brechas y oportunidades, que nos permitirán enriquecer el debate y el intercambio de experiencias.
El diagnóstico, esta parte que estamos agotando ahora, es esencial para que las políticas públicas y las alianzas público-privadas en torno al combate al hambre y la malnutrición, sean más efectivas y respondan a las expectativas de los más vulnerables.
Ahora bien, tenemos que movernos con rapidez. No podemos perder este impulso inicial.
Hace apenas unos días, la FAO anunció que el hambre en el mundo ha aumentado de nuevo.
Se han revertido años de progreso.
¿Por qué?
Dos razones: los conflictos y el cambio climático.
Gracias a Dios, la República Dominicana no es un país que vive conflictos. Sin embargo, no podemos dejar de solidarizarnos con países como Siria, Sudán del sur, Somalia, y otros más.
La difícil situación que viven ha llevado a 20 millones más a vivir en hambruna.
Pero nuestro país si es una víctima del cambio climático. El descuido del medio ambiente ha generado que muchas familias pierdan sus medios de subsistencia, especialmente en las zonas rurales.
Por eso es que han visto Ustedes el gran esfuerzo de este Gobierno, para promover la agricultura sostenible, cuidar de las cuencas y de las fuentes de agua, implementar planes para adaptarnos al cambio climático y reducir las consecuencias de las acción humana en el medio ambiente.
Existe, como Ustedes saben, un fuerte compromiso político con este tema. Pero como dice mi amigo José Graziano da Silva, “no es suficiente”.
También lo ha dicho el Papa Francisco: “la intención de garantizar a todos su pan cotidiano no es suficiente, es imperativo que reconozcamos que todas las personas tienen derecho a la alimentación”.
Se requiere traducir las promesas en acción. Y eso no lo puede hacer el Gobierno solamente, es un esfuerzo que requiere de todos y todas.
Desde la Vicepresidencia y el Gabinete Social, garantizar el derecho a la alimentación es prioridad. Lo hacemos con las transferencias monetarias condicionadas, lo hacemos con los proyectos de nutrición, con los programas de agricultura familiar y enseñando a las familias a alimentarse mejor.
Es un asunto de justicia social.
El ODS 2 lo haremos una realidad apoyándonos unos a otros, diseñando políticas inclusivas y eficientes, invirtiendo bien los recursos. Por eso estamos todos aquí.
Les insto a continuar esta labor con el mismo entusiasmo que hasta ahora han demostrado.
Porque mucha gente espera por nosotros. Mucha gente aún pasa hambre y están desnutridos. Es injusto. Es inaceptable.
Un dominicano o dominicana que no tenga comida en su mesa, es un ciudadano al que estamos condenando a la miseria.
De nosotros depende erradicar el hambre y la malnutrición. La suma de nuestras voluntades hará la diferencia.
Hagamos realidad una República Dominicana libre de hambre y malnutrición.
Muchas Gracias
¡Qué Dios les bendiga!