Proteger a nuestros adolescentes es garantizar el desarrollo del país
- Como Gobierno y como ciudadanos responsables ponemos en marcha esta iniciativa, que busca el abordaje de la salud integral de los adolescentes, reduciendo los embarazos y la mortalidad materna.
- Tenemos que generar políticas públicas que tengan como eje transversal la mejora de la calidad de vida de las miles de adolescentes que están embarazadas con riesgo de vida para su bebé y para ellas mismas.
- Solo es posible articular las respuestas a la problemática del embarazo en la población adolescente si contamos con el compromiso de todos los sectores de la población.
Queridos amigos y amigas,
Creo firmemente en que la juventud es la garantía para el desarrollo de nuestro país.
Que los jóvenes son el motor que impulsa esa gigantesca máquina que nosotros conocemos como nación y que para que pueda marchar bien, con fuerza y precisión, necesita que su motor, esté en óptimas condiciones de salud.
Ese “motor”, que es nuestra juventud dominicana, se encuentra en riesgo, porque hoy se encuentra amenazada por un problema, que a mí en lo personal, me desgarra el alma;
Me refiero al embarazo en adolescentes y sus consecuencias: la mortalidad materno-infantil y la perpetuación de la pobreza.
El 20% de nuestras adolescentes son madres o han estado embarazadas alguna vez y, una de cada cinco muertes maternas corresponde a una joven menor de 20 años.
Todas ellas, han visto su futuro promisorio alejarse, porque no estaban preparadas para traer al mundo a un niño o niña, a quién, por demás, tienen poco o nada que aportarles.
Sus familias también son afectadas, porque pierden la esperanza de que su niña sea la que rompa el círculo vicioso de la pobreza que les afecta.
Por esta preocupación que tenemos como Gobierno, como ciudadanos responsables y por qué no, como madre de hijos e hijas adolescentes; ponemos en marcha esta iniciativa, que busca el abordaje de la salud integral de los adolescentes, con énfasis en la reducción de embarazos y mortalidad materna.
Solo es posible articular las respuestas a la problemática del embarazo en población adolescente si contamos con el compromiso de todos los sectores de la población: académicos, políticos, instituciones públicas y privadas, organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales y de cooperación.
Con el taller que hoy realizamos, damos un primer paso adelante hacia la construcción de una agenda común para combatir el embarazo en las adolescentes. El Plan de Respuesta que estamos diseñando para 2019-2023, constituirá la política pública que servirá para acabar con este flagelo.
Felicito y agradezco a las más de 60 organizaciones e instituciones públicas y privadas, que hoy se han dado cita aquí, en especial, al Ministerio de Salud Pública, que ha confiado en nosotros para apoyarles en este proceso.
De corazón les exhorto a todos a asumir este compromiso con mucha dedicación e integralidad, porque de esto depende el futuro de nuestro país.
Amigos y Amigas:
Es indudable que las acciones de salud son las que tienen mayor potencial y las que ofrecen más garantía de que la materia prima de un país que es su gente, siga haciendo aportes al desarrollo del país.
Un importante pensador llamado Amartya Sen se preguntó: ¿cómo se mide el desarrollo de un país? ¿Por sus riquezas? ¿Por la cantidad de carros de lujos? ¿por la cantidad de bancos o cuentas bancarias que hay?
Su conclusión fue: que el desarrollo de un país debe medirse por la calidad de vida de su gente, no por sus riquezas.
Y ahí todos tenemos que estar de acuerdo en que hay dos componentes esenciales para esa calidad de vida, que son la salud y la educación.
El embarazo adolescente es una amenaza a ambos.
Por eso es que tenemos que generar políticas públicas que tengan como eje transversal la mejora de la calidad de vida de las miles de adolescentes que están embarazadas con riesgo de vida para su bebé y para ellas mismas.
Trabajemos todos desde nuestros espacios, desde nuestras familias, desde las escuelas, desde todos los espacios, para eliminar la Mortalidad Materno-Infantil y reducir el embarazo en adolescentes. No queremos máquinas de reproducción de pobreza. Nuestras mujeres son máquinas de reproducción de riquezas, de progreso y de prosperidad.
Éxitos, Manos a la Obra;
¡Seguimos Progresando con Solidaridad!