La neurociencia: clave para una educación de calidad
- Tenemos que poner mucho esfuerzo para generar un futuro donde nadie se quede atrás, y para ello, la innovación es un medio capaz de traccionar el crecimiento económico, generar riqueza y potenciar el desarrollo humano.
- La sociedad en que vivimos es un reflejo de nuestras aulas. La neurociencia nos ha confirmado que la clave de una mejor educación está en el cerebro y que las capacidades cognitivas deben ser desarrolladas desde la primera infancia.
- Hagamos que el conocimiento y la innovación sean la gran apuesta de América Latina y El Caribe para este siglo XXI. Para acabar con la miseria, con la pobreza y con la exclusión, necesitamos hacer realidad un nuevo paradigma en la educación, de la mano de la neurociencia
Amigos y amigas:
Como muchos ya saben, este año 2019 ha sido dedicado enteramente a la innovación y la competitividad.
Todos en República Dominicana tenemos que poner mucho esfuerzo para generar un futuro donde nadie se quede atrás, y para ello, la innovación es un medio capaz de traccionar el crecimiento económico, generar riqueza y potenciar el desarrollo humano.
No se puede confundir la creatividad con la innovación, la primera es la acción de generar nuevas ideas, la segunda es la aplicación de dichas ideas en un espacio, organización o conglomerado. Como ha dicho William Coyne, la creatividad es el concepto y la innovación es el proceso.
Cuando hablamos de innovación, hablamos de aprendizaje compartido. Aprender y enseñar haciendo y mejorando continuamente.
Por eso, si queremos innovar, tenemos que aprender juntos, a conectarnos en nuestros diálogos, a ser creativos y hacer realidad proyectos que constituyan una verdadera red que conecte todas las áreas: el género, las tecnologías, la salud, la educación, en fin.
Es un objetivo ambicioso que no requiere más que de nuestra voluntad y vocación de servicio en favor de los más desfavorecidos, para hacerlo una realidad.
No hay dudas de que esa voluntad comienza en nuestro cerebro y se fortalece con la educación que recibimos.
Por eso, desde que escuché por primera vez a nuestro conferencista invitado, quedé fascinada, porque él habla con tanta pasión de la neurociencia, de ese fascinante órgano que es nuestro cerebro, de ese universo de conexiones que nos hace ser quienes somos, de nuestras experiencias, emociones, pasiones, sueños y esperanzas y lo hace además vinculado a la generación de transformaciones sociales.
He conectado con cada una de sus conferencias, artículos y entrevistas, porque habla del presente y futuro de la humanidad y nos invita a invertir en la gran riqueza que tiene un país como el nuestro: el cerebro de nuestra gente.
Mi identificación con sus ideas se hizo más fuerte en la medida que leía sobre su apuesta al trabajo en equipo, las conexiones neuro-emocionales entre los miembros de una institución, el efecto estudiado de los beneficios de una dirección de equipo femenina, sin dejar de lado la ética en la neurociencia.
Facundo Manes, nuestro valiente invitado, nos está enseñando a ver el futuro, no el pasado. Y es por eso que lo hemos traído a la República Dominicana. Un país con una sociedad mayoritariamente joven que espera y exige cambios sociales inmediatos.
He dicho que Facundo Manes es valiente por una razón: es un chico de Salto, ciudad donde nació y ha dado grandes saltos en esta vida, enfrentándose a muchos obstáculos y reivindicando el valor de la educación en el mundo.
Hoy nos deleitará con esta conferencia, “Neurociencia y educación: qué es importante para el aprendizaje”, porque la ciencia nos está acercando cada vez más a entender cómo funciona el cerebro humano y qué debe hacer el sector educativo para que nuestros niños y niñas, que son los que construirán el mundo futuro, puedan aprender más y mejor.
La sociedad en que vivimos es un reflejo de nuestras aulas. La neurociencia nos ha confirmado que la clave de una mejor educación está en el cerebro y que las capacidades cognitivas deben ser desarrolladas desde la primera infancia.
Hoy en día tenemos la oportunidad de implementar un nuevo acercamiento a la educación, basado en el conocimiento científico.
Potenciar el aprendizaje en las aulas comienza por el cerebro, como dice Facundo, en esa masa de un kilo y medio del cerebro de una persona están los odios, los sueños, las ambiciones, las frustraciones de ese ser humano. Y tenemos que aprender a sacar lo mejor de cada quién.
Por eso, no es casualidad que este salón está repleto de profesores, maestros y personas vinculadas a la educación.
Todos estamos preocupados por el futuro de nuestra nación y sabemos que el país que queremos, se hace realidad desde las aulas.
Agradezco a Facundo Manes su gentileza al aceptar nuestra invitación con tanto entusiasmo.
Estoy segura que el país ya te lo ha devuelto en cariño y hospitalidad, y hoy y mañana te lo devolverá aprendiendo todo sobre neurociencia.
Hagamos que el conocimiento y la innovación sean la gran apuesta de América Latina y El Caribe para este siglo XXI. Para acabar con la miseria, con la pobreza y con la exclusión, necesitamos hacer realidad un nuevo paradigma en la educación, de la mano de la neurociencia.
Como dice Facundo: “sólo el conocimiento nos permite anticipar las crisis, reducir brechas sociales y económicas, aprovechar oportunidades y agregar valor a lo que producimos.”
El saber es la mayor riqueza de un país, y para aprovecharlo tenemos que impulsar en los ciudadanos la capacidad de innovar y presentar soluciones pertinentes y viables a las problemáticas que enfrentamos.
¡Bienvenido sean todos! Y Muchas Gracias.