Las políticas sociales en la guerra al Coronavirus
23 de abril de 2020
Dominicanos y dominicanas:
Quiero en primer lugar manifestar mi reconocimiento a todos ustedes, por la valentía y la responsabilidad con la que estamos enfrentando juntos esta pandemia.
No hay reto que el valeroso pueblo dominicano no haya podido superar cuando nos mantenemos unidos y en sintonía con nuestros más altos valores cristianos y el compromiso ineludible con la patria y con nuestro pueblo.
Pronto vamos a retomar el sendero del crecimiento económico, pero con una firme vocación social.
Justamente el 2020 marcó el inicio de la Década de Acción para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una década que estaría caracterizada por la movilización de toda la humanidad para alcanzar la prosperidad compartida, y dejar atrás la pobreza, enfrentar el cambio climático, la desigualdad de género y vencer las injusticias.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible son hoy más urgentes que nunca.
Es por ello por lo que realizamos una reunión virtual con todos los actores de las agencias del Sistema de las Naciones Unidas, con dos propósitos fundamentales: identificar acciones que deben ser implementadas con inmediatez para proteger aún más a poblaciones vulnerables y, por otro lado, poner la mirada hacia el futuro próximo, para dar inicio a la elaboración de un
conjunto de acciones enfocadas en el desarrollo económico y social del país, una vez superada la crisis.
El lunes pasado, con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos, entregamos a las Iglesias aproximadamente 500 mil libras de Progresina y Chispitas Solidarias, alimentos nutritivos para fortalecer a las personas más susceptibles a COVID-19.
Esta entrega es un apoyo directo a 17,500 niños, niñas y adolescentes; 82,519 adultos mayores y 5,000 embarazadas.
De igual manera, estamos apelando a la cooperación internacional para comprender mejor las medidas necesarias para proteger a la población dominicana.
Hemos realizado intercambios con los países miembros del Secretaría de Integración Social Centroamericana (SISCA), con el área social del BID y con la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL).
Esta mirada integral y desde lo multidimensional de la crisis es un trabajo arduo, pero más necesario que nunca, para que toda la región pueda enfrentar con eficiencia las consecuencias de la crisis y veamos la oportunidad de romper de una vez y por todas las causas estructurales que generan el círculo vicioso de la pobreza, que hoy más que nunca han quedado más que evidenciadas.
Amigos y amigas:
Como ya conocen, desde el pasado 3 de abril dimos inicio al programa Quédate En Casa, anunciado por el Señor Presidente.
Integramos un millón quinientos mil hogares beneficiarios, rigurosa y objetivamente de la base de datos del SIUBEN.
Ya procedimos con el depósito correspondiente a la segunda quincena de abril del programa Quédate En Casa, y a la fecha ya se han efectuado transacciones equivalentes a 6 mil millones de pesos.
Estos recursos los hemos puesto a disposición de los dominicanos más necesitados, para que puedan tener un sustento mientras superamos la crisis provocada por el COVID-19.
Como muchos han podido atestiguar en los comercios de todo el país, las personas que forman parte de Quédate En Casa están utilizando los fondos para la adquisición de alimentos: arroz, granos, pastas, proteínas de distintos tipos, pan, y otros alimentos de primera necesidad.
Quédate en Casa también ha sido un alivio para los miles de pequeños y medianos comercios que forman parte de la Red de Abastecimiento Social (RAS), quienes representan más de 5,500 familias del sector informal que hoy han visto sus ingresos maximizados; por lo que les pedimos su solidaridad para que cuiden a los beneficiarios del programa y le ofrezcan los
productos al mejor precio posible. En esa tarea, contamos con PROCONSUMIDOR como aliado estratégico.
Esos comercios también están recibiendo un kit de protección, con mascarillas y guantes, para evitar la propagación del virus; además, les estamos instalando señalización para mantener el distanciamiento físico y reciben capacitación sobre el protocolo a seguir para compras seguras, manteniendo a todos protegidos.
Aspiramos a que los comercios de la RAS puedan servir de espacios para el reparto de mascarillas gratuitas a la población.
En resumen, el programa Quédate en Casa está llegando a 8 de cada 10 hogares en condición de pobreza y vulnerabilidad, y tiene un impacto positivo en el 60% de la población de todo el país.
Ahora bien. ¿Qué estamos haciendo con los hogares restantes que no forman parte de Quédate en Casa?
Junto a la Comisión de Asuntos Sociales que coordina José Ramón Peralta, Ministro Administrativo de la Presidencia, hemos elaborado un plan eficiente para atender esos hogares, basándonos en el mapa de la pobreza que utiliza el Sistema Único de Beneficiarios.
Los repartos que realiza el Plan Social priorizan los barrios, Distritos Municipales y Municipios donde la cobertura de Quédate en Casa no es 100%.
A esto se suma el trabajo del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil, para los padres de los alumnos de la tanda extendida. Por igual, la labor de los Comedores Económicos que tiene presencia en 27 provincias del país, con sus comedores fijos y móviles; y las bodegas móviles y puntos fijos de venta del INESPRE.
Los grupos vulnerables también son atendidos por otras instituciones. 45 mil envejecientes cuentan con la atención del Consejo Nacional para la Persona Envejeciente; y alrededor de 5 mil niños, niñas y adolescentes están bajo el cuidado del Consejo Nacional para la Niñez y la Infancia; y 36 mil familias reciben apoyo del Instituto Nacional para la Primera Infancia.
Como pueden observar, estamos trabajando para que nadie se quede atrás. Cada caso lo estamos analizando y buscándole una solución justa e integral.
Sobre todo, hemos asegurado que el único requisito para recibir cualquier ayuda, sea la necesidad de los miembros de los hogares.
No hemos permitido politizar el programa, ni mucho menos que haya favoritismos ni discrecionalidades.
La base de datos del SIUBEN, que está certificada por organismos internacionales, es la garantía de una asignación justa de Quédate en Casa y de los demás programas.
Todas estas acciones las hemos coordinado y llevado a cabo, en la mayoría de los casos, en orden, sin tumultos y cuidando la higiene y el distanciamiento físico; pero por supuesto que el orden o el desorden depende de cada ciudadano, de cada individuo, por lo que les reiteramos una vez más, por favor mantener el orden, la calma, y la confianza de que comida y apoyo no les va a faltar, como no les ha faltado antes de esta crisis.
Tengo que resaltar, que frente a esta crisis por la pandemia que encontró a todos los países del mundo desprevenidos, el programa Quédate En Casa, se pudo implementar con rapidez y efectividad, gracias a la calidad de los sistemas de protección social, al esfuerzo que hemos venido desarrollando por muchos años para perfeccionar los recursos humanos y tecnológicos de los que disponemos y, sobre todo, al trabajo tesonero y dedicado de un equipo de personas comprometidas con el país.
Queridos dominicanos y dominicanas:
Quiero aprovechar esta oportunidad para aclarar algunos puntos sobre el programa Quédate en Casa:
En primer lugar, los hogares beneficiados han sido elegidos de manera objetiva, utilizando la base de datos del Sistema Único de Beneficiarios, una institución del Gabinete Social que aplica un censo en todas las zonas de pobreza del país, para categorizar a los hogares de acuerdo con sus carencias.
En segundo lugar, el beneficio es por hogar. La base de datos del SIUBEN tiene la composición de cada hogar beneficiado, por ende, a las personas que, de manera individual, están solicitando ser parte del programa, primero estaremos verificando si es miembro de un hogar ya es parte de Quédate en Casa.
En tercer lugar, no se puede ser parte del programa FASE y del programa Quédate en Casa, al mismo tiempo. Ambas bases de datos están cruzadas, para evitar duplicidades. Por igual, si Usted está activo en la Tesorería de la Seguridad Social, tampoco puede pertenecer al programa Quédate en Casa, dado que se verifica que aún dispone de un ingreso en su hogar.
Hemos recibido denuncias y reclamos de personas que entienden que califican para el programa, pero al verificar en la base de datos de la TSS, aparecen con sueldos; en otros casos hemos verificado que ya hay una persona en su hogar que tiene el beneficio. También estamos dando seguimiento a los que tienen la tarjeta, pero no les funciona por deterioro o simplemente porque no la están usando correctamente.
Les puedo asegurar que trabajamos incansablemente para que el programa Quédate en Casa llegue a la mayor cantidad de dominicanos posibles. Esto se logra, distribuyendo los recursos asignados de manera justa y equitativa.
En todos los casos, hemos verificado que cumplen con los requisitos necesarios para ser parte del programa, en esencia, su condición de vida y la informalidad laboral.
Les pedimos sensatez y seriedad, porque Quédate en Casa es una iniciativa que se está implementando con el mayor rigor posible. Estamos en toda la disposición de verificar caso por caso, pero agradecemos la comprensión y honestidad de la ciudadanía.
Otra denuncia que estamos atendiendo es el reclamo de algunos ciudadanos que entienden que califican para recibir 7 mil pesos, en lugar de 5 mil pesos. El beneficio adicional de 2 mil pesos corresponde únicamente a los 350 mil adultos mayores que están en pobreza extrema o situación de vulnerabilidad y que son jefes del hogar.
Asimismo, les informo que el éxito del programa lo estamos midiendo diariamente en el volumen de transacciones que están registrando las entidades financieras afiliadas al programa, a través de las plataformas de CARDNET y VISANET, empresas que procesan las tarjetas y cédulas en los comercios. Además, les notifico que los hogares que al 30 de abril no hayan acudido a los comercios por lo menos una vez, no recibirán aportes durante el mes de mayo.
Tengan la certeza de que estamos trabajando en la identificación de los demás casos para buscarle una solución viable en la brevedad posible.
En ese sentido, he recibido la autorización del Señor Presidente para integrar 70 mil hogares más al programa Quédate en Casa, para dar respuesta a solicitudes que hemos validado en el sistema, y que se corresponden con las necesidades de sectores del mercado informal, como saloneras, motoconchistas, taxistas y chiriperos; organizaciones de la sociedad civil que trabajan con VIH/SIDA, artesanos, buhoneros, vendedores ambulantes y otros más.
Amigos y amigas:
La crisis es un llamado de atención para que prime la solidaridad en todas nuestras acciones. Independientemente de la ayuda que millones de familias están recibiendo del Gobierno dominicano, no podemos más que apelar a la nobleza del corazón dominicano: si Usted ve a una persona en necesidad, no deje de ayudarle, siempre que se pueda.
De esta tenemos que salir todos juntos. Para que eso sea una realidad, se requiere la voluntad de todos y todas.
Quiero felicitar a todo el personal médico, militares, policías, comerciantes, transportistas, trabajadores de los supermercados y colmados, auxiliares de las empresas que están operando, a los servidores públicos, en fin, a todo el que está asumiendo cada día el reto de salir a la calle, a trabajar con tesón para que los demás se puedan quedar en casa. Son nuestros héroes.
No hay palabras suficientes para agradecerles.
Todavía tendremos que convivir con el coronavirus por más tiempo. Pero les aseguro que no llegó para quedarse. La misión personal de cada uno de nosotros es mantenernos vivos cumpliendo las recomendaciones de nuestras autoridades de salud. Juntos derrotaremos este enemigo invisible. Mientras, seguiremos trabajando pensando en las familias dominicanas, en contener, ayudar y resolver pensando y actuando con el corazón en el pueblo.
Tengan la certeza de que muy pronto nos vamos a abrazar de nuevo, volveremos a llenar los comercios y las calles con caras de felicidad, con la energía que nos caracteriza. Volveremos a nuestras playas y ríos, a los parques, al teatro, al cine. Pero lo haremos con la conciencia de que debemos cuidarnos, cuidar al que nos rodea y cuidar del medio ambiente.
Tenemos con nosotros la fuerza más poderosa que existe: Dios todopoderoso y su divina misericordia están de nuestro lado, vamos a vencer a este mal.
Con fe, esperanza, y trabajo lo vamos a lograr.
¡Qué Dios les bendiga! Buenas noches.