El matrimonio infantil y las uniones tempranas, un desafío pendiente en República Dominicana
El Matrimonio Infantil se refiere a una unión formal o informal, en la que una persona menor de 18 años convive en una relación de pareja con otra persona, que puede o no ser mayor de edad.[1] Y República Dominicana es uno de los países con las cifras más elevadas de Matrimonio Infantil y uniones tempranas en la región. En nuestro país, el 35.9% de las mujeres jóvenes se casó́ o unió́ antes de los 18 años y el 12.3% lo hizo antes de los 15.[2]
El gran número de niñas y adolescentes que están casadas o unidas en nuestro país representan un enorme desafío en la lucha por una sociedad justa y equitativa. Un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas y la organización Plan internacional sobre las practicas que perjudican a las mujeres y niñas, clasifica al matrimonio infantil como uno de los mayores retos para lograr la igualdad. El estudio concluyó que las principales causas del matrimonio infantil y las uniones infantiles y forzadas en la región son: las normas de género establecidas desde sus propias familias, la doble moral sexual y el control de la sexualidad de las niñas, entre otras expresiones de desigualdad de género.
A raíz de esta problemática existen graves consecuencias negativas a corto y largo plazo, no solo para las niñas y las adolescentes dominicanas, si no que también para nuestra sociedad, la economía y la salud pública. Además, la prevalencia del matrimonio infantil en nuestro país condiciona los esfuerzos que hemos llevado a cabo para combatir la pobreza. En general el matrimonio infantil, una unión temprana, o una unión forzada puede tener las siguientes consecuencias en la vida de una niña o adolescente:
- Una reducción importante en su nivel educativo
- Menos oportunidades de desarrollo y menor capacidad de generación de ingresos, ya que consiguen peores trabajos y ganan menos
- Embarazos tempranos y un mayor número de hijos e hijas
- Problemas de salud durante su embarazo y parto
- Mayor exposición a la violencia por parte de la pareja
Durante mi participación en el taller «Análisis de Situación y Propuesta de Visión y Teoría de Cambio para la Formulación del Plan Nacional de Matrimonio Infantil y Uniones Tempranas», tuve la oportunidad de profundizar en los aspectos más fundamentales para la elaboración de una estrategia para combatir esta problemática.
El trabajo que hagamos a favor de nuestras niñas y adolescentes, en cuanto a impedir el matrimonio infantil, debe de tener un enfoque en el cambio de actitudes en todos los entornos, desde la familia hasta la sociedad en conjunto; Esto incluye la sensibilización hacia los hombres para la prevención de la unión con menores. Al mismo tiempo será esencial fortalecer los marcos legales y políticos y garantizar el acceso a servicios de educación, protección, atención, y salud.
Sin embargo, una pieza clave en esta lucha por defender los derechos de las menores debe de enfocarse en promover y fortalecer estrategias de prevención para el matrimonio infantil y las uniones tempranas. Para esto, debemos garantizar el acceso a espacios de participación y capacidades para empoderar a las niñas y adolescentes, permitiéndoles cuestionar normas y roles de género alternativos a los roles de madre y esposa que a temprana edad afectan sus derechos y oportunidades de desarrollo.
A partir de la necesidad de medidas para la prevención, nace mi propuesta de crear los “Clubes de Chicas” desde Progresando con Solidaridad como una estrategia que habilita “espacios seguros” para el desarrollo de habilidades para la vida, que conduzcan a aumentar la capacidad de agencia de niñas y adolescentes, como medio para reducir su vulnerabilidad y habilitar las condiciones necesarias para su empoderamiento. Los Clubes de Chicas nos ayudan a fomentar los procesos de aprendizaje a través de acciones lúdicas y procesos de educación participativa.
El matrimonio infantil y las uniones tempranas son un grave problema social que condiciona el desarrollo y el progreso de nuestras jóvenes, así como el de nuestro país. Es nuestro deber trabajar por crear conciencia sobre los efectos sociales, económicos, y físicos de los matrimonios infantiles. Además, es hora de empoderar a nuestras niñas con información y con habilidades para que ellas puedan tomar decisiones sobre su vida.
[1]El matrimonio infantil y las uniones tempranas, Estudio de conocimientos, actitudes y prácticas en seis municipios de la República Dominicana, 2019
[2]La Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS) 2014.