La integración social latinoamericana
Listín Diario / Opiniones
Autora: Margarita Cedeño de Fernández
La pasada semana participamos en Caracas, Venezuela, de la primera Reunión de Ministros de Asuntos Sociales de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), órgano que agrupa a 33 países del continente que comprenden 590 millones de habitantes.
Dicha actividad tenía como objetivo la revisión y aprobación de un plan de acción en materia social propuesto por la Presidencia pro témpore del organismo que ostenta la República de Cuba. Este encuentro también nos sirvió para conocer personalmente a quienes dirigen las políticas sociales en los demás países de Latinoamérica, de manera que podamos establecer mecanismos de colaboración entre nuestros países.
El plan de acción propuesto se basó en cuatro pilares: establecer un programa latinoamericano y caribeño para la erradicación del hambre; promover la universalización del acceso a la salud; promover un programa latinoamericano y caribeño de alfabetización y post-alfabetización y; establecer planes concretos para la universalización de la educación.
En los cuatro pilares establecidos, el Gobierno de la República Dominicana ha mostrado un compromiso firme. Solo hay que recordar el premio que recientemente otorgó la FAO al país por haber cumplido anticipadamente la meta de disminución del hambre a la mitad antes del 2015, contemplada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Además, el Plan Nacional de Alfabetización que lleva a cabo el Gobierno dominicano nos pone en la ruta para cumplir con la erradicación del analfabetismo antes del 2015.
Para fortalecer el plan de acción, planteamos a los Ministros de Asuntos Sociales de la CELAC ciertas ideas para fortalecer las políticas sociales de los Gobiernos latinoamericanos.
En primer lugar, planteamos el fortalecimiento de los Programas de Transferencias Condicionadas; orientando el uso de subsidios a la nutrición sana, para reducir el consumo de alimentos asociados a la obesidad, y en consecuencia reducir enfermedades como son la diabetes y la hipertensión arterial.
Además, promovimos estrategias de prevención y atención contra la violencia basada en género y violencia intrafamiliar, tomando en consideración el incremento de feminicidios y su impacto en los niños, niñas y adolescentes.
De igual forma, abordamos programas contra la deserción escolar, vinculando las transferencias monetarias condicionadas a la promoción de grados o niveles de educación.
Tal y como lo planteó el extinto Hugo Chávez Frías, a quien rendimos homenaje en el Cuartel de la Montaña durante nuestra visita a Caracas: “El sueño de integración latinoamericana de Bolívar no es un sueño, sino un proyecto pendiente”.
Y en ese sentido, la integración social latinoamericana, a través de objetivos y metas comunes, y el intercambio de experiencias, forman parte de ese proyecto que planteó Bolívar y que sustenta la creación de la CELAC.
Las experiencias de los demás países de la región nos permitirán ampliar y profundizar los programas que llevamos a cabo desde el Gobierno.
La integración económica y comercial de nuestros países, sin dudas, aporta a un mayor desarrollo para toda la región.
Sin embargo, para poder hablar de desarrollo real tenemos que trabajar también enfocados en la gente menos favorecida, implementando programas basados en sus realidades, necesidades y vulnerabilidades.
Disminuir los altos niveles de inequidad existentes en Latinoamérica es una prioridad para garantizar sociedades más seguras, pacíficas y felices. La integración social de nuestros países nos ayuda a lograr la imperiosa necesidad de mejorar en los sectores primordiales del desarrollo: educación, salud y alimentación, y así disfrutar de bienestar social, para todos.