El desarrollo del país empieza por el fortalecimiento institucional

  • Desde la Vicepresidencia, hemos emprendido un gran esfuerzo por analizar las causas de los problemas sociales de nuestro país, con el propósito de mejorar las políticas públicas, en especial las del ámbito social.
  • El desarrollo es un resultado de políticas eficaces, y esas políticas solo se construyen basándonos en la investigación y el uso correcto de los recursos públicos.
  • Somos conscientes de que no habrá políticas públicas de calidad, que sean efectivas, eficientes, sostenibles y transparentes, si no apostamos al fortalecimiento institucional y a los pactos sociales.

Amigos y amigas:

La pregunta de por qué hay unos países que son más prósperos o exitosos que otros, aún nos quita el sueño a quienes soñamos con el bienestar de nuestras ciudades y países.

Es una pregunta que resulta muy pertinente para América Latina y El Caribe, nuestra región, la más desigual del planeta.

Pertinente, porque hemos tenido décadas de crecimiento económico sin precedentes, una relativa estabilidad en los procesos democráticos y un fuerte liderazgo, sin importar si se proviene de la derecha o de la izquierda.

¿Por qué nuestra región falla en mejorar sus indicadores de calidad de vida, si al parecer, tenemos todo en nuestras manos para tener éxito?

Evidentemente la pregunta no es ociosa. Requiere mucho análisis histórico, cultural, político, económico, sociológico, antropológico e incluso, desde la ecología social.

Desde la Vicepresidencia de la República, hemos emprendido desde hace más de un año, un gran esfuerzo, por analizar las causas de los problemas sociales de nuestro país, con el propósito de mejorar las políticas públicas, en especial las del ámbito social.

Estoy convencida de que el desarrollo es un resultado de políticas eficaces, y esas políticas solo se construyen basándonos en la investigación y el uso correcto de los recursos públicos.

Parte del trabajo que realizamos desde el Observatorio de Políticas Sociales y Desarrollo, consiste en impulsar espacios para el debate y la reflexión en la sociedad, que sirvan para generar una visión crítica y constructiva sobre los retos que enfrentamos.

Es con ese espíritu que constantemente estamos invitando al país a figuras destacadas de la investigación sobre políticas públicas, para aprender de sus experiencias, mostrarles lo que hemos hecho aquí, y así enriquecer nuestro conocimiento.

Hoy hemos traído a una persona que nos puso a todos a pensar fuera de la caja. Nos hizo preguntarnos cuáles son las raíces del fracaso de algunos países y de donde provienen los frutos del éxito de otros países.

Me complace dar la bienvenida a nuestro país al profesor James Alan Robinson, co-autor junto  a Daron Acemoglu, de una de las obras sobre desarrollo económico, político y social más importantes de la última década.

Ha sido reconocido como uno de los libros más vendidos según el New York Times. En nuestro país ha pasado a formar parte de la biblioteca personal, de consulta constante, de quienes nos preocupamos por el futuro del país.

Agradezco al profesor Robinson su disposición de venir al país. Abundar sobre su curriculum no es necesario, porque sus credenciales están más que validadas.

Basta decir que es profesor de la Harris School of Public Policy de la Universidad de Chicago, es experto en el estudio de conflictos globales y que ha estudiado el desarrollo económico y político de América Latina, en especial en Bolivia, Colombia y Haití.

Creo que aquí se siente muy a gusto, porque siente un amor especial por América Latina. Incluso, me adelantó que está preparando una interesante investigación sobre el constitucionalismo de América Latina y El Caribe.

Quiero agradecer a todas las empresas e instituciones públicas y privadas, que han apoyado esta iniciativa, adquiriendo las boletas para personas vinculadas a sus instituciones, con interés en este tema.

Con su apoyo estamos haciendo un gran aporte al debate público de la República Dominicana, un debate que a todos nos importa y nos interesa.

Amigos y amigas:

Se nos presenta hoy con una oportunidad única para entender las distintas perspectivas de la economía institucional, la economía del desarrollo, la historia económica, por qué las naciones se desarrollan de manera distinta y por qué algunas acumulan poder y prosperidad, mientras que otras fracasan.

Conversando ayer con el profesor Robinson, insistía mucho en las importancia del empoderamiento de los ciudadanos para construir sociedades más inclusivas.

Gary Becker, premio nobel de economía, cuando comentaba sobre «Por qué fracasan los países», destacaba mucho que las instituciones impulsan el desarrollo de un país, cuando hay un sistema político plural, con un electorado informado y con una actitud de apertura hacia el nuevo liderazgo político.

En el momento de su historia en que está la República Dominicana, esa frase parece hecha a la medida.

La ciudadanía se fortalece cuando dejamos de descansar en liderazgos y comenzamos a confiar en las instituciones.

Leer la obra de los profesores Acemoglu y Robinson, es descubrir la importancia de las instituciones inclusivas, es decir, las que propician oportunidades amplias e incentivos para que las personas intercambien, inviertan e innoven, porque estas son piedra angular de la prosperidad.

Leer esta obra es abrir la mente, redescubrir lo evidente: la economía, la voluntad política y la fortaleza de las instituciones, están ineludiblemente entrelazadas, y que a todos nos toca trabajar porque funcionen correctamente.

Somos conscientes de que no habrá políticas públicas de calidad, que sean efectivas, eficientes, sostenibles y transparentes, si no apostamos al fortalecimiento institucional y a los pactos sociales.

Solo así podremos impulsar una nación libre y próspera, donde la desigualdad no condicione la libertad de los ciudadanos.

Para ello se requiere de la voluntad de aquellos que podemos incidir en una mejor calidad de vida para los dominicanos y las dominicanas. No solo de quienes estamos en la política, sino también de todos los ciudadanos, sin importar el espacio que ocupen.

Hoy estamos aquí para discutir ideas que aportan a nuestro desarrollo y al fortalecimiento institucional, porque tal y como lo presentan Acemoglu y Robinson en su obra de lectura obligatoria, sin instituciones no hay desarrollo.

Bienvenido profesor Robinson.

Muchísimas gracias a todos Ustedes por acompañarnos en el día de hoy. Espero que sea de mucho provecho.

Que el señor les bendiga.

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