Hemocentro Nacional: un paso más para garantizar la salud y bienestar de los dominicanos

  • La República Dominicana contará con el más moderno y completo centro nacional público de sangre, debidamente certificado y equipado con los más altos estándares de calidad y la última tecnología de punta.
  • La sangre es un bien público, y como tal, corresponde al organismo rector, en este caso el Ministerio de Salud pública, gerenciar, gestionar y garantizar el excelente funcionamiento de este Hemocentro Nacional.
  • Apelamos al compromiso ciudadano con la donación, que dejemos a un lado la cultura de donar cuando alguien que conocemos lo necesita, y que por el contrario, hagamos de la donación voluntaria un acto de amor, que nos llene de satisfacción y alegría, sin necesidad de saber a quién estamos salvando.

Señor Rafael Sánchez Cárdenas, Ministro de Salud Pública;

Señor Miguel Coronado, Representante del Banco Interamericano de Desarrollo;

Señor Chanel Rosa, Director del Servicio Nacional de Salud;

Señora Alma Morales, Representante Residente de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud;

Señores Miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante el país;

Señores Representantes de Organismos Internacionales y del Cuerpo Consular;

Señores miembros de la comunidad médica de la República Dominicana;

Directores y Directoras de Hospitales públicos y Centros Privados;

Amigos de la prensa;

Amigos y amigas:

Ustedes no se imaginan el sano orgullo que siento en esta mañana trascendental para la vida de los dominicanos y dominicanas.

Hoy es uno de esos días donde siento profundamente la responsabilidad y el privilegio que significa ser funcionario público.

El privilegio de servir, de servir a mi país para servir al pueblo dominicano.

Hoy finalmente, la República Dominicana contará con el más moderno y completo centro nacional público de sangre, debidamente certificado y equipado con los más altos estándares de calidad y la última tecnología de punta.

Hoy estamos aquí haciendo entrega al Ministerio de Salud no tan solo de una edificación, no son paredes, pisos, ventanas y equipos de última generación; estamos entregando al sistema de salud, para toda la sociedad, el espacio idóneo que nos va a permitir que no se pierda una vida más por falta de sangre.

Por muchos años yo había escuchado, y lo he vivido en carne propia, la carencia de sangre
en nuestro país.

Es una lamentable realidad que es común a muchos dominicanos y dominicanas, que sufren al ver a sus seres queridos convertirse en víctimas, en una estadística más para el sistema, pero en un ser humano y familia que pierde la vida por lo difícil que se hace obtener una pinta de sangre.

Si se hace difícil para una familia pudiente obtener los donantes, asegurar que se obtengan y se procesen las pintas necesarias y pagar el costo requerido; imagínense si no será más difícil para quien no tiene los medios o las conexiones.

Es una situación injusta en todo el sentido de la palabra.

Hemos faltado a nuestro compromiso con los ciudadanos al tardar tanto tiempo para encontrar una solución viable a esta tragedia.

Me emociona mucho hablar de este gran Hemocentro Nacional, porque pienso en tanta gente que se podrá beneficiar de esta grandiosa obra.

Me emociono porque lo vengo imaginando desde que en el 2013 me visitó el doctor Sócrates Sosa, por esas casualidades del destino, y me habló con tanta pasión y vehemencia de la necesidad de una estructura que administre la sangre en nuestro país, que no les puedo negar que me fui a la cama esa noche soñando con glóbulos rojos, plaquetas, plasma y proteínas plasmáticas.

Me obsesioné, en el buen sentido de la palabra, con la idea de construir este establecimiento sanitario, capaz de diseñar y dirigir la promoción de la donación voluntaria y altruista de sangre, así como procesar, almacenar y distribuir oportunamente la sangre colectada y sus derivados.

Y hoy aquí son ustedes testigos del resultado de un trabajo muy intenso, delicado y que requirió mucha dedicación y estudios de parte de mi equipo de la Vicepresidencia, para gracias a Dios concluir con este primer Hemocentro en toda la región del Caribe, que estará articulado con una Red Nacional que nos permitirá satisfacer la demanda nacional y, en un futuro no muy lejano, exportar hemoderivados a otros países y convertirnos en un referente a nivel internacional.

Desde aquí vamos a garantizar que ningún dominicano o dominicana se vea en la difícil situación de salir a recorrer el país gestionando sangre de manera individual.

En poco tiempo, haremos realidad el sueño de que ningún paciente muera porque la sangre
no llegó a tiempo.

Nuestro lema es: la sangre tiene que esperar por los pacientes, y no los pacientes esperar la sangre.

Señoras y Señores

Hemos recorrido un arduo camino para llegar a este día. Han sido casi 7 años de trabajo, sorteando obstáculos, buscando la locación correcta para este proyecto, gestionando los recursos y asegurando que esta estructura sea sostenible.

En el camino, han sido muchos los aliados que se han unido a esta noble causa. Quisiera mencionarlos a todos con nombre y apellido, pero espero que todos sepan que por mínimo que haya sido su aporte a este trabajo, sus resultados serán motivo de orgullo para ustedes y sus familiares.

La sangre es un bien público y como tal corresponde al organismo rector, en este caso el Ministerio de Salud pública gerenciar, gestionar y garantizar el excelente funcionamiento de este Hemocentro Nacional.

Y aquí quiero resaltar el compromiso del Ministerio de Salud Pública, tanto del doctor Rafael Sánchez Cárdenas como de los pasados Ministros que participaron del proyecto. Y de igual manera, al Servicio Nacional de Salud, en la persona de su director, Chanel Rosa.

El trabajo mancomunado de ambos permitirá que se cumpla fielmente con el propósito de este proyecto, para bien de este pueblo que tantas veces ha pedido una solución al problema de la donación de sangre.

Pues ya aquí lo tienen. Problema resuelto. La sangre en nuestro país ya no será un dolor de cabeza ni causa de muerte en la República Dominicana.

Les entregamos un avión último modelo, en la pista, listo para despegar. Le toca a ustedes ponerlo a volar muy alto.

Quiero agradecer al Banco Interamericano de Desarrollo. No me cabe duda de que esta será uno de los trabajos de mayor impacto que el Banco ha hecho en el país. La sinergia que logramos con Flora Montealegre, la pasada Representante; y ahora con Miguel Coronado, querido amigo y actual Representante, ha hecho este sueño realidad.

Agradezco también a la Organización Panamericana de la Salud, porque con su apoyo estaremos haciendo realidad un protocolo que involucre a todos los médicos en asegurar que nunca falte sangre en nuestro país.

Y felicito, claro está, a todo el equipo del Gabinete Social, en especial a Rosa Suárez, a Héctor López y a Héctor Urraca, que se esforzaron tanto para que el Hemocentro sea una realidad.

Amigos y amigas:

El Hemocentro Nacional es una contribución sin precedentes para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3, que se propone garantizar salud y bienestar a todos los dominicanos y dominicanas.

Pero necesitamos de la ayuda de todos para consolidar este esfuerzo.

Por eso, quiero hacer un llamado a la población dominicana.

Esta infraestructura no sirve de nada si no tenemos la sangre.

Apelamos al compromiso ciudadano con la donación, que dejemos a un lado la cultura de donar cuando alguien que conocemos lo necesita, y que por el contrario, hagamos de la donación voluntaria un acto de amor, que nos llene de satisfacción y alegría, sin necesidad de saber a quién estamos salvando.

Desde la Vicepresidencia hemos puesto todo nuestro empeño y nuestro compromiso con esta innovación de las políticas sociales, pero no sirve de nada si no logramos que la población se empodere y haga suyas esta instalaciones, al igual que el resto de la Red Nacional de Sangre.

Con este Hemocentro, estaremos supliendo 111 mil unidades de sangre, pero para cumplir esa meta, necesitamos de los ciudadanos.

No olvidemos la consigna: que el paciente no tenga que esperar por sangre, no importa si está en Santo Domingo o si está en Montecristi, es nuestro deber asegurar que reciba el preciado líquido y sus derivados, en el momento oportuno.

Con la entrega de este Hemocentro Nacional, re-confirmo el compromiso que asumí en el 2012 al llegar a la Vicepresidencia de la República: alcanzar salud oportuna y de calidad para los dominicanos y dominicanas, en especial para las personas más vulnerables.

Elevemos nuestra voz para que en todo el país escuche nuestro clamor: vamos a donar sangre, compartir vida y aportar a la salud de nuestro pueblo.

¡Muchas gracias! Bendiciones.

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