La República Dominicana está entre los países que han logrado avances significativos en lo relacionado a la desnutrición crónica infantil. Los esfuerzos destinados al programa Hambre Cero, con foco en el cumplimiento del ODS 2, han sido clave en este proceso. Sin embargo, el país tiene aún grandes desafíos ante la falta de macronutrientes como vitaminas y minerales en familias en situación de pobreza.
Urge continuar acortando las brechas con el objetivo de combatir el triángulo perverso de la miseria, la pobreza y la exclusión. Este trabajo requiere de un acompañamiento cercano desde el período de gestación, en casa junto a los jefes de familia y en la escuela, círculos y etapas donde el ser humano crea hábitos alimenticios.