Pediatras juntos por el progreso de todos los niños

Discurso pronunciado por la Excelentísima Señora Vicepresidenta de la República Dominicana, doctora Margarita Cedeño de Fernández, durante el acto inaugural del Congreso Nacional de Pediatría.

  • Este tipo de congresos representan una ventana de oportunidades para los profesionales médicos de nuestro país para continuar su formación, lo que en un futuro se verá reflejado en una sociedad con un mayor.
  • Felicito a la Sociedad Dominicana de Pediatría por esta iniciativa de realizar el Congreso Nacional de Pediatría, y por acoger como tema principal el lema que ha definido el Presidente Danilo Medina para este año, de la “Atención Integral a la Primera Infancia”.
  • No me cabe duda de que tenemos recursos humanos de excelente calidad, y ustedes son la mejor muestra de ello.

 

Mis Queridos Pediatras:

Ayer, al revisar el programa de esta actividad, no pude evitar detenerme a leer el Himno del Pediatra, que inicia con la siguiente frase:

[ttshare]“Pediatras del Mundo luchemos, por todos los niños que quieren crecer en salud…”[/ttshare]

¡Qué noble encomienda tienen Ustedes, queridos Pediatras! Pero a la vez, qué gran responsabilidad. El bienestar del futuro de la nación y del mundo depende en gran medida de Ustedes y del don que Dios ha puesto en cada uno de Ustedes.

La letra de esta magna obra es de la autoría de un gran hombre, a quién admiré mucho y a quién estoy segura que Ustedes admiran por igual. Me refiero al Doctor Emil Kasse Acta, fundador de esta Sociedad Dominicana de Pediatría, la que llegó a considerar “la niña de sus ojos”.

Nunca olvido el empeño que dedicó a promover entre los Pediatras de nuestro país, el respeto por esta profesión, pero más que nada, la humanidad que demanda el ejercicio de esta especialidad, puesto que ver a un niño o a una niña enferma enternece hasta el corazón más duro y demanda de nosotros hacer hasta lo imposible para salvar una vida.

Se los digo por experiencia. Hace casi 1 año visité Santiago y una madre venció una gran cantidad de obstáculos para mostrarme a su hijo que había nacido con una deficiencia congénita en su corazón. Ya lo habían operado varias veces infructuosamente y lo único que le salvaría su vida era un trasplante de corazón. ¿Cuántos de Ustedes no se han sentido impotentes al ver el diagnóstico de un párvulo y tener que decirle a su madre y su padre que no se puede hacer nada?

Movimos cielo y tierra, y Dios hizo su obra, para que ese niño pudiera ir a Barcelona a recibir el trasplante.

Y hoy, Rafael de Jesús no solo es un niño sano que ya puede cumplir su mayor anhelo, que era correr al igual que sus amigos. Sino que también fue invitado por Su Santidad, el Papa Francisco, a contarle su historia y a servir de ejemplo a millones de niños que en todo el mundo enfrentan una enfermedad tan grave como esa.

Este caso, que ha tenido un final feliz, y centenares con los que me he involucrado a lo largo de estos años, me han llevado a reflexionar sobre la necesidad de que la República Dominicana disponga de los equipos necesarios para atender las enfermedades que afectan a nuestros infantes y a actuar en consecuencia, desde nuestro amado Robert Read Cabral, desde el Arturo Grullón y las decenas de emergencias pediátricas que construimos en el país como una iniciativa muy novedosa para Las Américas.

Y me refiero solo a los equipos, porque no me cabe duda de que tenemos recursos humanos de excelente calidad, y Ustedes son la mejor muestra de ello.

 

Amigos y amigas:

Felicito a la Sociedad Dominicana de Pediatría por esta iniciativa de realizar el Congreso Nacional de Pediatría, y por acoger como tema principal el lema que ha definido el Presidente Danilo Medina para este año, de la “Atención Integral a la Primera Infancia”.

Es una señal inequívoca de que estamos concentrando nuestros esfuerzos en construir un futuro promisorio para nuestro país, donde las personas inician su desarrollo cognoscitivo y físico desde temprana edad.

La atención en primera infancia es vital para la erradicación de la desnutrición infantil, que afecta a 7 millones de niños menores de 5 años en América Latina, lo que redunda en un menor costo futuro para el Estado en materia de salud.

Es en esta etapa de la vida donde se forjan las capacidades físicas y cognisctivas que determinarán la vida de nuestros niños y adolescentes, los cuales se consolidan en nuestra juventud.

No es casualidad que Ghandi afirmara que “para alcanzar la verdadera paz en el mundo debemos comenzar con los niños.” Y para que nuestros niños puedan construir la paz del futuro, tienen que disponer de buena salud.

[ttshare]Como ha afirmado Unicef: “para la construcción del desarrollo humano es necesario garantizar un buen comienzo a la vida de los niños y niñas dominicanos, pues es en este período donde ocurren los cambios que determinan el crecimiento y el desarrollo de los mecanismos neuro-sensoriales.”[/ttshare]

La apuesta que hace nuestro Gobierno y ustedes, es una inversión segura para el bienestar del país, asegurando ciudadanos y ciudadanas en óptimas condiciones para trabajar por el desarrollo productivo y sostenible del país.

Esto lo hacemos convencidos que nuestra sociedad cumple su papel y nos esforzamos en hacer algo bueno, porque creemos firmemente en la Cultura del Encuentro, definida por el Papa Francisco en Brasil como, cito: “una cultura en la que todo el mundo tiene algo bueno que aportar y todos pueden recibir algo bueno a cambio”. Fin de la cita.

Les confieso que cuando leí el programa del Congreso me dieron ganas de tomar 2 días de licencia para acompañarles en toda la jornada.

Les felicito de corazón por los temas seleccionados para ser abordados. Me sentí muy orgullosa de ser miembro honorifico de esta Sociedad Dominicana de Pediatría.

Me dio mucha satisfacción también ver el programa que Ustedes van a desarrollar en estos días, en el que han dado gran importancia a la nutrición pediátrica, tema de alta relevancia en un mundo donde no se cuenta con una nutrición adecuada, lo que resulta en sobrepeso, obesidad, diabetes infantil, intolerancias alimenticias, daños nefríticos, entre otras muchas patologías que Ustedes conocen.

Pero al igual, un mundo donde paradójicamente, lo que le sobra a aquellos que sufren de obesidad y sobrepeso, es suficiente para alimentar a toda la población subnutrida del mundo.

En este contexto, este tipo de congresos representan una ventana de oportunidad para los profesionales médicos de nuestro país para continuar su formación, lo que en un futuro se verá reflejado en una sociedad con un mayor número de mamás y bebés sanos, impulsando evidentemente la lactancia materna como el principal motor para lograr una alimentación adecuada.

Reconocemos que el trabajo y las metas a conseguir no son fáciles pero también sabemos que son posibles y eso es lo importante, nuestro compromiso es seguir trabajando con nuestras mejores herramientas que son el conocimiento, el compromiso con la institución y la confianza absoluta en ustedes pediatras que hacen posible estos eventos.

Estoy convencida de que actividades como esta nos permiten avanzar como sociedad, para que en un futuro no muy lejano, ningún niño o niña tenga que limitar sus deseos o anhelos por falta de salud o de una nutrición adecuada.

Ustedes son nuestra esperanza, porque juntos podemos impulsar un país que preste una atención integral a la primera infancia y a todos los ciclos de la vida.

¡Feliz jornada!

Dios les bendiga

Muchas Gracias.

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