Transformación digital para la igualdad social

  • Los efectos de esta cuarta revolución industrial son magníficos y extraordinarios si son bien aprovechados y si se dirigen hacia la creación de mayor igualdad social, mediante la solución de los problemas que limitan a los seres humanos.
  •  El avance de las telecomunicaciones en este país y en los demás, está estrechamente ligado al desarrollo económico y social.
  • Conectar a los que no están conectados, cerrar la brecha digital y subir a los ciudadanos al tren de la economía digital, debe ser prioridad para todos nosotros.

Señor Nelson Guillén, Presidente del Consejo Directivo del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones;

Señor Bruno Ramos, Director de la Oficina Regional de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones;

Delegados nacionales e internacionales que nos acompañan en esta mañana;

Miembros del Consejo Directivo del INDOTEL;

Directivos y representantes de la industria de las telecomunicaciones;

Representantes de las Universidades;

Miembros de la prensa;

Amigos y amigas:

Siempre resulta un gran honor recibir en nuestro país a las autoridades regionales y nacionales que influyen y moldean la transformación digital. Es un motivo de orgullo para la República Dominicana, porque en esta Ciudad Colonial, donde todo comenzó hace ya más de 500 años, entre lo antiguo y lo moderno, nos sentamos a discutir sobre la vertiginosa transformación tecnológica que está cambiando el mundo y a los seres humanos.

Los efectos de esta cuarta revolución industrial son magnificos y extraordinarios, si son bien aprovechados y si se dirigen hacia la creación de mayor igualdad social, mediante la solución de los problemas que limitan a los seres humanos.

Justamente ayer fui testigo de lo que les digo aquí. Estuve en Las Guáranas, una comunidad de San Francisco de Macorís, más o menos a 2 horas de la capital.

Me tocaba inaugurar el Centro Tecnológico Comunitario número 104 de todo el país, un espacio donde la tecnología está puesta al servicio del desarrollo social comunitario.

¡A 2 horas de Santo Domingo tenemos un makerspace con impresión 3d, programación, robótica, reparación de equipos de alta tecnología, talleres para aprovechar las redes sociales, radio comunitaria! ¡Una verdadera revolución del conocimiento!

Y eso es posible cuando las innovaciones tecnológicas que surgen a nivel mundial se encuentran con la voluntad política de hacer, y con el deseo de toda una comunidad, de progresar y mejorar sus vidas.

Diálogos como este aportan a ese objetivo, decididamente, porque involucran a todos los países, sin importar su tamaño, en el debate sobre cómo superar las barreras que impiden que cada día más la gente tenga mayor acceso a las tecnologías y, a la vez, nos conecta con las experiencias de otros países.

Los retos Ustedes los conocen mejor que yo: el avance de la red 5G y sus implicaciones prácticas y regulatorias, la discusión sobre el internet de las cosas, la inteligencia artifical y la “big data”, que va de la mano con conceptos que ya son parte de nuestro día a día, como el “machine learning”, la protección de datos personales y la economía de las telecomunicaciones.

Si algo me queda claro, es que el avance de las telecomunicaciones en este país y en los demás, está estrechamente ligado al desarrollo económico y social.

El acceso a los servicios de telecomunicaciones y las tecnologías en general, deben ser parte esencial de los objetivos a corto, mediano y largo plazo, de todos nuestros países. Y deben, por igual, impulsar los programas políticos y las políticas públicas de nuestros partidos y gobiernos.

Conectar a los que no están conectados, cerrar la brecha digital y subir a los ciudadanos al tren de la economía digital, debe ser prioridad para todos nosotros.

Si lo hacemos, tendremos grandes resultados. Para muestra está todo el modelo de desarrollo local implementado desde los Centros Tecnológicos Comunitarios, que están repletos de personas de todas las edades subiéndose en el ascensor social que es la tecnología.

Felicito al Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, a su Consejo Directivo, y en especial, a su Presidente, Nelson Guillén, joven conocedor de este sector, que me consta que tiene todo el deseo de impulsar importantes políticas de impacto para las telecomunicaciones.

A la Unión Internacional de las Telecomunicaciones, una institución tan querida por nosotros, que tantos buenos recuerdos me trae, no puedo más que agradecerles que estén nueva vez con nosotros y que nos sigan acompañando en este camino para construir más igualdad social.

¡Gracias! ¡Qué Dios les bendiga! Les deseo una excelente jornada.

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