Progresando para la igualdad
Discurso de la Excelentísima Señora Vicepresidenta de la República Dominicana, doctora Margarita Cedeño de Fernández en la apertura del VIII Foro Ministerial de Desarrollo Social de América Latina y El Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Primera Reunión de la Conferencia de Desarrollo Social de América Latina y El Caribe de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe.
- Las consecuencias de una política de protección social residual e ineficiente, trajeron consigo que millones de personas cayeran en situación de pobreza, lo que generaron grandes presiones a los gobiernos y, consecuentemente, inestabilidad en todas las áreas.
- Estoy convencida de que, sólo trabajando de forma coordinada y combinada, podrán nuestros gobiernos lograr reducir los índices de pobreza y desigualdad.
- Sin dudas, la celebración de este evento en el país, es también un reconocimiento a las políticas sociales que ha impulsado el Gobierno del Presidente Danilo Medina.
- La integración de nuestros países en materia de Protección Social, debe estar dirigida a promover una región de mayor igualdad, donde el desarrollo económico sirva al desarrollo humano, creando sociedades con una mejor calidad de vida para todos sus ciudadanos.
Amigos y amigas:
En estos tiempos, donde la desigualdad ocupa una posición preeminente en la agenda mundial, el ejercicio del poder político tiene que estar centrado en crear condiciones de bienestar para nuestros ciudadanos. Si no fuera esta la prioridad, no se estaría ejerciendo ese poder político de manera ética, oportuna o empática.
El sentido de Gobernar es que los ciudadanos y ciudadanas estén en mejores condiciones y bienestar, en todas las esferas de su vida.
Y las personas mejoran cuando tienen libertades; libertad para poder vivir, alimentarse, libertad para cuidar su salud, para educarse y desarrollar un plan de vida.
Todos soñamos con la justicia y la paz.
Hoy en día, ese sueño se hace realidad reduciendo la desigualdad, minimizando la exclusión y enfrentando la pobreza como carencia, como limitación a la satisfacción de necesidades esenciales y como ausencia de libertades.
Es el gran reto para la protección y prosperidad del planeta, pero sobre todo, es el urgente desafío de todos los países de América Latina y El Caribe.
Durante la década de los 90, la región adoptó un nuevo paradigma de ordenamiento económico (el consenso de Washington), que en principio ayudó a sanear algunos aspectos de la crisis macroeconómica de los 80.
Sin embargo, a pesar de que durante esa década se registraron tasas de crecimiento económico regional positivas, no se lograron avances significativos en materia de reducción de pobreza, ni de disminución de la desigualdad.
Las consecuencias de una política de protección social residual e ineficiente, trajeron consigo que millones de personas cayeran en situación de pobreza, lo que generaron grandes presiones a los gobiernos y, consecuentemente, inestabilidad en todas las áreas.
El resultado es que dos décadas después, América Latina sigue siendo la región más desigual del planeta.
Los que tienen mucho tienen demasiado y los demás tienen muy poco.
Un crecimiento económico excluyente y sesgado hacia el capital; mercados laborales que propician e incentivan la informalidad; una matriz productiva con una generación insuficiente de empleos, que además tienden a ser de baja calidad; la ampliación de las brechas entre trabajadores calificados y no calificados; y la creación de nuevas brechas, como la digital; en fin.
Todas estas constituyen la casuística de una desigualdad estructural que sólo podremos nivelar con políticas redistributivas de protección social, eficientes y eficaces.
Amigos y amigas:
Ya se ha vuelto más que evidente, que la pobreza es un problema multidimensional y que, por lo tanto, debe ser enfrentado desde una óptica multidisciplinaria.
Como siempre digo, la pobreza es un monstruo de varias cabezas, que tenemos que ir aplastando una a una.
Por eso, superar la pobreza requiere de políticas sociales que combinen elementos de protección, bienestar, movilidad, ciudadanía y cohesión social.
Implica romper círculos de indigencia y pobreza intergeneracionales, mediante la creación de capital humano, capital social y desarrollo económico con equidad.
Implica crear capacidades en las personas, brindar oportunidades y que puedan descubrir sus potencialidades, desarrollarlas y aportar al progreso de sus familias y su país.
Para ello, los programas de Transferencias Monetarias Condicionadas, han sido respuestas innovadoras de nuestra región.
Sin embargo, siempre se puede mejorar.
Por eso estamos reunidos en este magno evento, que une a las dos agencias de las Naciones Unidas, que más influencia tienen en el creación y evaluación de políticas públicas para el desarrollo en la región: el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL).
Ambas instituciones han sido socios confiables, de gran valía para todos nuestros países. Por años, nos han aportado sus conocimientos técnicos y han servido de espacio de intercambio de experiencias, para fortalecer las políticas sociales.
Y hoy nos sentimos muy orgullosos de los logros alcanzados y el impacto en la mejora en la calidad de vida de la gente. Quiero agradecer de manera personal su acompañamiento y confianza en nosotros.
Para esta ocasión, podremos discutir 4 importantes temas para la región: el progreso multidimensional, las estrategias sostenibles para la salida de la pobreza, la definición de políticas sociales para el apoyo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Matriz de la desigualdad social en la región.
Las 3 mesas ministeriales de trabajo que tendremos, cuentan cada una con un importante documento de discusión sobre la visión global, regional y nacional del tema a tratar.
Los mismos han sido elaborados por expertos nacionales e internacionales de gran renombre, que han aportado sus ideas para lo que será la construcción del documento final conjunto de este Foro Regional.
Desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Gabinete de Políticas Sociales, hemos acompañado la concepción de estos documentos.
Agradezco en gran medida a sus autores, que nos honran con su presencia.
Quiero agradecer muy especialmente a la Administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Helen Clark, nuestra amiga, que no dudó un momento en aceptar que nuestro país fuera la sede de este importante evento y nos otorgó todo su apoyo y consideración para que en el mismo, se reflejen los temas que el país vislumbra como retos.
Hemos llegado aquí con un largo camino recorrido de la mano del eficiente equipo local del PNUD, en la persona de su Coordinador Residente Lorenzo Jiménez de Luis y de la Representante adjunta, Luciana Mermet.
Las temáticas elegidas responden a los principales desafíos que enfrentamos todos los países de la región, a los fines de construir políticas sociales más eficientes.
Por igual, la CEPAL ha aportado lo que será un documento de lectura obligatoria para quienes trabajamos la definición de políticas públicas.
La Matriz de la desigualdad social en América Latina, que será presentada mañana por Alicia Bárcena, es un minucioso estudio del conjunto de retos que conforman ese gran desafío que es la desigualdad social, de manera que podamos enfrentarlos con mayor determinación.
Gracias querida Alicia y a todo el equipo de la CEPAL por elegirnos como contraparte y seleccionar a la República Dominicana para tan importante presentación y para la celebración de la Primera Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre Desarrollo de América Latina y el Caribe.
Sin dudas, la celebración de este evento en el país, es también un reconocimiento a las políticas sociales que ha impulsado el Gobierno del Presidente Danilo Medina.
Por ello, hemos incluido en el programa una interesante visita de campo, que permitirá a los asistentes ver con sus propios ojos el gran impacto que las políticas sociales tienen en los dominicanos y las dominicanas.
Porque no hay dudas de que en República Dominicana hemos puesto a la gente en el centro de las políticas sociales.
Amigos y amigas:
Este evento se engalana con la presencia de una de las investigadoras y académicas más importantes en temas sociales del mundo.
Desde que llegamos al Gabinete Social en el 2012, hemos intentado traerla al país, porque estoy convencida de que sus aportes académicos son de la más alta relevancia para el trabajo que realizamos.
Hoy hacemos realidad ese deseo.
Contamos con la disertación de Esther Duflo, coautora, junto a su esposo, de uno de los libros más importantes del área social, que nos invita justamente a repensar la pobreza.
Esther, te agradezco que hayas aceptado la invitación de venir a nuestro país.
Agradecemos sobremanera el trabajo que estás impulsando con J-PAL a través de importantes investigaciones en el área de la calidad educativa y esperamos que las relaciones profesionales con el país se profundicen aún más, a partir de esta visita.
Señor Presidente,
Amigos y Amigas,
Hemos llamado a este evento “Progresando para la Igualdad”, porque el paradigma que nos debe guiar, es aquel que ve al progreso económico como una herramienta para la igualdad entre todos y todas.
Es lo que discutiremos durante estos dos días, convirtiendo a la República Dominicana en sede de la discusión más amplia sobre el futuro de la Protección Social en Latinoamérica.
El debate de alto nivel que se llevará a cabo en este escenario, cuenta con la participación de autoridades y connotados expertos en la materia, de todos los países de Latinoamérica y de los organismos internacionales que se han involucrado en la promoción de estos programas.
En nombre del pueblo dominicano, reciban la más cordial bienvenida, a esta tierra que les acoge con mucha alegría. Espero que puedan disfrutar de nuestra reconocida hospitalidad.
De igual manera, tenemos la presencia de funcionarios públicos de nuestro país y representantes de organismos de la sociedad civil, a quienes agradecemos su constante apoyo al trabajo que realiza el Gobierno dominicano.
Juntos, estaremos debatiendo sobre todos estos programas de TMC en América Latina, con el propósito de fortalecerlos y hacer que cada vez más, sirvan al objetivo del combate a la pobreza y la desigualdad, con mayor eficiencia y transparencia, a la vez que aseguramos su sostenibilidad y aportamos a la canasta de resiliencia de los más vulnerables.
La institucionalidad de la protección social, el vínculo con los sectores productivos y las políticas de desarrollo económico, el establecimiento de sistemas de protección social garantes de derechos, el trabajo coordinado e intersectorial que amerita el enfoque multidimensional de la pobreza, son algunos de los desafíos que enfrentamos los ejecutores de las políticas de protección social y que serán revisados en este espacio de diálogo.
Estoy convencida de que, sólo trabajando de forma coordinada y combinada, podrán nuestros gobiernos lograr reducir los índices de pobreza y desigualdad.
Nuestros recursos económicos siempre serán limitados; por lo que el esfuerzo conjunto es nuestra única alternativa.
Latinoamérica está en un momento importante de su historia, un momento en el que conoce su capacidad de producir bienestar y abundancia.
La integración de nuestros países en materia de Protección Social, debe estar dirigida a promover una región de mayor igualdad, donde el desarrollo económico sirva al desarrollo humano, creando sociedades con una mejor calidad de vida para todos sus ciudadanos.
Se requiere el concurso de toda la sociedad para que logremos esa protección, prosperidad y progreso en nuestros países.
Se requiere la voluntad de aquellos que podemos incidir en las vidas de esa población vulnerable, que tanto clama por nuestra ayuda.
Y si hoy nos damos cita aquí, es porque compartimos la creencia de que una región con mayor igualdad es posible.
Una región con una mejor calidad de vida, es posible.
Una región que termine con la transmisión intergeneracional de la pobreza, es posible.
Una región de oportunidades, es posible.
Si estamos aquí es porque una región con mayor igualdad nos beneficia a todos y es expresión de la paz, la solidaridad y la justicia, que es el sueño compartido de esta América Hermana.
Dios les bendice.
Bienvenidos y tengamos una productiva jornada.
¡Muchas gracias!